El tema del vampirismo ha tenido gran acogida entre televidentes, lectores y amantes del cine, pero más aún cuando se le despojó de la característica de seres demoníacos, para ahora presentarlos como buenos, incomprendidos, románticos y melancólicos.
Si usted es de quienes no se ha dejado morder por esta tendencia oscura y enigmática, pero quiere acercarse a ella, no hay mejor forma de hacerlo que a través del clásico de clásicos, Drácula, la novela de Bram Stoker, sin duda, la piedra angular para la ficción vampírica moderna.
Hace poco, Dacre Stoker, el heredero directo de Bram Stoker e historiador experto en el mito de Drácula, decidió editar Drácula: el no muerto, la secuela de la obra que dio base al género de vampiros. Las críticas no se hicieron esperar, pero las ventas fueron sorprendentes en Europa y Estados Unidos. Seguramente la mayoría de quienes leyeron esta secuela lo hicieron más por curiosidad que por convicción de que iban a encontrar una buena segunda parte. Y tuvieron razón…
De ahí a la saga Crepúsculo de Stephenie Meyer, hay una gran distancia, en especial en la esencia del vampiro. Aunque seguimos viendo horrorosos monstruos sin razón ni corazón -en toda historia tiene que haber un villano-, los no muertos son ahora héroes y elegantes caballeros condenados por su propia naturaleza a vivir en las tinieblas de las que quisieran escapar.
Cartel de vampiros
Desde los años setenta, Drácula, el personaje de siempre a la hora de hablar de vampiros en el cine, la televisión o la literatura, ha visto su espacio usurpado por seres de la noche muy diferentes a él. No parecen de la misma familia.
A partir de esa época tenemos una nueva visión de estos personajes a través de obras como Crónicas Vampíricas de Anne Rice, las que muestran su origen y el porqué de su comportamiento. Eso sí, siempre respetando los límites de un protagonista que es tan trágico como poderoso a la vez.
En estas crónicas se incluye el tomo Entrevista con el vampiro, que en los años noventa fue llevado al cine con gran éxito por Neil Jordan. El reparto de vampiros fue en su momento el cartel más selecto de galanes de Hollywood: Tom Cruise, Brad Pitt y Antonio Banderas, entre otros actores. Éste, sin duda, fue el primer acercamiento a mostrar el lado más humano de los no humanos, como lanzando la pregunta: “¿por qué tienen que ser malos si ellos no eligieron ser malos”?
Mordidas por el fenómeno
Una de las nuevas sagas que está cautivando a gran cantidad de lectores en el mundo, y Colombia no es la excepción, es Medianoche, firmada por Claudia Gray, seudónimo utilizado por Amy Vincent para su producción literaria. En varias ocasiones ha estado en lo alto de las listas de libros más vendidos, según el New York Times.
Luego de ejercer oficios como disc jockey, abogada, periodista y camarera, decidió dedicarles todo su esfuerzo a cuatro de sus pasiones: viajar, leer, escuchar música y escribir.
“Siempre me ha interesado el fenómeno del vampirismo, pero realmente sólo fue hasta que conocí a mi actual agente literario en Nueva York cuando logré darle sentido a la saga Medianoche con cuatro libros que se pueden leer de manera individual, aunque se disfrutan más cuando se leen uno detrás de otro”, comentó Claudia Gray, quien hace poco estuvo en Colombia presentando su saga, una versión de Romeo y Julieta entre vampiros.
Nazis vs vampiros
Como los vampiros dan para todo, ¿qué tal una historia sobre no muertos obligados a luchar contra los nazis para poder subsistir en la Segunda Guerra Mundial?
Este es el argumento de La guarida de la medianoche, la primera novela de lo que promete ser una saga de la escritora estadounidense Sara Jane Stratford, quien tiene un largo camino en el terreno de los guiones de teatro.
¿Cómo no se iban a enfrentar los vampiros a los nazis si los alemanes estaban acabando con su principal fuente de alimento (los seres humanos)? Por eso, un grupo de chupasangres experimentados decide infiltrarse en las principales fuerzas de la resistencia para ayudar a desequilibrar el terrorífico plan bélico de Adolfo Hitler.
“Si los vampiros existieran hubieran sido perseguidos por los nazis -comenta Sara Jane, también graduada en Historia Medieval en la Universidad de York en Inglaterra-. Era una época en la que el ejército alemán tenía la orden de acabar o someter todo lo diferente a ellos.
Fue interesante generar este encuentro entre dos grupos que son tan terroríficos como fuertes. Claro, con grandes diferencias, pues mientras los vampiros son muy inteligentes e inmortales, los nazis se sentían inmortales, por lo que confrontarlos desde la ficción era algo que me inquietaba… por eso lo hice”.
Además le interesaba el concepto de lo vital que es para un vampiro la sangre, mientras que los nazis buscaban ‘la sangre’, la raza pura. Algo más sobre lo cual medita en su novela. Eso sí, Sara marca una distancia con respecto a los autores contemporáneos sobre vampiros, pues en su novela ellos sí matan para poder vivir. Está lejos de ser una novela rosa más sobre vampiros.
Fuente: eluniversal
Via: diariotwilight
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